Aprende a entender lo que tu cuerpo te dice

Febrero 2013

 
 
 

DIAGNÓSTICO METAFÍSICO DE LA SALUD


"La enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre", decía Carl Gustav Jung. El cuerpo permanece fiel al alma y produce una enfermedad para que ésta se mire a sí misma, y de esa manera pueda darse cuenta de su estado y sanar. Lo que sana primero es el alma y el cuerpo la sigue.
Si entendemos el alma como el conjunto de emociones y pensamientos que prevalecen en un ser humano, hay emociones y pensamientos que pueden causar grandes daños, sobre todo si tratamos de ocultarlas o reprimirlas. Hoy en día podemos leer en el proceso de una enfermedad una gran cantidad de mensajes entre el cuerpo y el alma.
La palabra "enfermedad" viene del francés enfer que quiere decir infierno. Un infierno es lo inferior, o mala calidad. Los síntomas de las enfermedades muestran los elementos de baja frecuencia contenidos en el organismo. El infierno se origina dentro de nosotros y lo que comúnmente hacemos es buscar la solución afuera: vamos al doctor y tomamos medicamentos para eliminar los síntomas. Podemos "curar" una enfermedad, pero sólo alcanzaremos la completa y total salud en nosotros, cuando detectemos y solucionemos la causa. Y definitivamente es posible hacerlo!
El cuerpo habla y es un espejo fiel de nuestros más íntimos pensamientos y emociones; refleja nuestros temores, creencias y actitudes ante la vida.
El curso DIAGNOSTICO METAFÍSICO DE LA SALUD que imparte María Elena González Leite, "Meg", en dos fines de semana, enseña con detalle, órgano por órgano, sistema por sistema, cuál es la emoción y la actitud mental que está detrás, ya sea para mantener en salud o para desatar la enfermedad.
En el curso aprendemos a relacionar nuestros rasgos físicos con la personalidad, y nos ayuda a descubrir los errores mentales a través de los síntomas corporales.
Por ejemplo, la inmensa mayoría de las enfermedades se producen por miedo. El miedo puede generar agresividad. El miedo y la agresividad, en cualquiera de sus tantísimas formas, quedan grabados en la parte del cuerpo que le corresponde, y van creciendo según se les alimente con más de lo mismo, primero susurra, luego habla y hasta que al final el organismo grita.
Cuando reconocemos lo que cada parte del cuerpo representa, a nivel mental y emocional, se obtiene una mayor conciencia de la salud, y uno aprende que no es tan difícil realizar los cambios que nos conducen a alcanzar la salud integral y también acercarnos al encuentro con uno mismo, que abre las puertas de la felicidad, la abundancia y el éxito.
Requisitos para el curso: cuaderno y pluma, pero sobre todo, estar dispuesto a confrontarse a uno mismo y querer cambiar.